lunes, 7 de diciembre de 2009

Back to the '90s Vol. II

Tras el inusitado éxito de mi anterior entrada y la ingente cantidad de comentarios, sin tener en cuenta el que fueran de sólo dos personas, me dispongo a retomar mi viaje al pasado en busca de rostros conocidos. ¿A qué se dedican hoy los protagonistas de aquellas series con las que crecimos? ¿Les sienta mejor la juventud o la madurez? Lo sabrán si continuan leyendo.

Comencemos con Salvados por la Campana. Mis recuerdos de esta serie son bastante vagos, ya que no debía de tener más de cinco años cuando la emitían. Pero hace poco más de un mes, tuve ocasión de ver un capítulo mientras hacía zapping en el TDT y... el intro, la sintonía de cabecera y los personajes me hicieron recordar de golpe y porrazo que veía esta serie mientras mi madre planchaba. Incluso ahora sé por qué uno de mis peluches se llama Slater XDD.
Bien, pues observen cómo ha afectado el paso del tiempo al protagonista, Zack Morris, y descubrirán que no se conserva nada mal. Antes de protagonizar Salvados por la Campana apareció en Punky Brewster, y después ha seguido rodando series televisivas
Sin embargo, el cachitas de A.C. Slater está ahora mucho más guapo. Aunque no ha debido de tener tanto éxito en televisión, ya que en su historial figuran apariciones en programas de lucha libre y en Mira Quién Baila.
Pasemos ahora a Punky Brewster, aquella simpática niña con coletitas. Después ha hecho cameos en alguna que otra serie, fue un personaje de Sabrina, y poco más.
Por otro lado, Sabrina Spellman sigue exactamente igual que cuando salía en Cosas de Brujas. Ha rellenado su currículum participando en más series y películas.

Continuemos con El Príncipe de Bel Air. La mayoría han envejecido bien, como los esmirriados de Will y Ashley. Carlton, por el contrario, se ha convertido en un ballenato.
¿¡Pero qué veo!? ¡Si Steve Urkel se ha convertido en una persona!Y para terminar, Mighty Morphin Power Rangers. De los seis Power Rangers de la 1ª temporada, la mayoría han seguido apareciendo en series y/o regentan su propio gimnasio; excepto el Power Ranger Amarillo, que murió en un accidente.
El Power Ranger Rojo, otro que se ha echado a perder, con lo majete que era este muchacho. Circulan rumores de que ahora se dedica al porno gay.

That's all, folks! Los años no pasan en balde, ni siquiera para los ídolos infantiles.

lunes, 16 de noviembre de 2009

Back to the '90s

Quiero comprarme un Delorean para volver años atrás..

Quizás alguno se pregunte "¿Y por qué a los 90? Si la ropa era una horterada y, pasado el boom de la Movida, la música era igual de estúpida que en los '80 pero menos pegadiza?"

Pues por la televisión, simplemente. Lo bueno de esa década es que los niños pudimos crecer viendo tanto las series de los 90 como las reposiciones de décadas anteriores. ¿Qué fue de aquellas entrañables series de antaño? Ya no las vuelven a repetir, y las de hoy en día carecen del encanto propio de las de antes.

Empecemos, por ejemplo, con las gamberradas de aquel pájaro cabroncete, El Pájaro Loco, y su singular risa.


O con Los Moomin, aquellos extraños seres tan tiernos. Nunca supe si eran ponies o hopopótamos XD


O de aquellos simpáticos seres azules, Los Pitufos, que vivían en una aldea enteramente másculina, con la excepción de Pitufina, creada por el malvado Gargamel.



O de Mighty Morphin Power Rangers, la primera serie de una extensísima saga. Sé que la serie tenía la misma calidad que una canción de Tata Golosa, pero le tengo cierto cariño. Sólo a esta, porque las 20 series posteriores siguen teniendo la misma calidad, a pesar de los avances en la tecnología; y el único personaje que sale en casi todas es Tommy, el Power Ranger Verde.
http://www.youtube.com/watch?v=IZPSQ8jERRM
Mi preferida, la mitiquísima serie de Los Cazafantasmas. Luego sacaron una nueva promoción de Cazafantasmas que no les llegaban ni a la altura del betún.


Cómo disfrutaba con los malévolos planes para conquistar el mundo de Pinky y Cerebro.


De T-Rex ni siquiera me acordaba, pero al escuchar su pegadiza melodía el otro día, recordé que me encantaba.


¿Quién no ha disfrutado con los accesorios de Inspector Gadget, con su sobrina y con su perro?


¿Y qué español no ha visto alguna vez Los Fruitis, aquella serie protagonizada por frutas y hortalizas?


¿Recuerdan las aventuras marinas de Delfy, el Capitán Vinagre o los dos malvados tiburones? Era una serie española.


O las de Pepper Ann, aquella singular adolescente pelirroja, las cuales podíamos ver en el Club Disney.


¿Por qué ya no emiten la serie de Punky Brewster, aquella niña con ropa de colores y zapatillas desiguales? ¡No encuentro los capitulos en ningún lado!


También me encantaba Los Trotamúsicos. inspirada en el cuento de Los Músicos de Bremen. Otra serie española XD


Y Basket Fever, la última serie española de la que voy a hablar. Estaba protagonizada por dos equipos de baloncesto que a su vez eran bandas callejeras rivales. Todos los intergrantes eran perros, menos Hooper, que era un saltamontes.


Y ya a finales de la década, recuerdo con toda nitided tres series que veía en la 2 a la hora de comer, cuando todavía teníamos la jornada partida en el cole, Gargoyles, La Pajarería de Transilvania y Slayers (más conocida como Reena y Gaudy).




Y para terminar, una serie que siguen emitiendo y cuyos personajes me encantan, El Príncipe de Belair.
http://www.youtube.com/watch?v=tbI6__7p8mk

He tardado menos de lo que pensaba en volver a escribir. Espero que esta entrada no os deje indiferente; y si tiene éxito, quizás continúe con un tema parecido (y si no, es posible que también).

domingo, 8 de noviembre de 2009

No estaba muerta, estaba de parranda

Y no estaba muerto,
no, no.
Y no estaba muerto,
no, no.
¡Estaba tomando cañas!



Las clases, los deberes, la vagancia y la falta de imaginación no me dejan llevar este blog apropiadamente.
Pero nunca anuncié calidad y cantidad de entradas.

Aún así, gracias, Laura, por eso de Blog de Oro XD.

lunes, 24 de agosto de 2009

Willocks, Tim. "La Orden"

Terminar de leer esta novela que me ha mantenido ocupada varios días me ha dejado una vaga sensación de vacío (si no fuera porque estamos en Fiestas, el calor, el aburrimiento y la falta de calidad en la tele agrandarían bastante esa sensación). Así que escribiré sobre ella a ver si consigo captar la atención de algún posible lector.
La Orden a la que se refiere el título no es la del Temple, como yo pensaba, si no a la del Hospital de San Juan de Jerusalén (a la que también pertenecía Galcerán de Born, el protagonista de Iacobus, una de las obras de Matilde Asensi), integrada por monjes guerreros, los Hospitalarios.
Aclarado ésto, pasaré al libro en sí. Trata de una lucha entre los hospitalarios y malteses contra las hordas de turcos que intentaban conquistar la isla de Malta. Es decir, sobre moros y cristianos.
Por ayudar a una joven condesa a encontrar a un hijo bastardo arrebatado nada más nacer, y no por motivos religiosos o patrióticos, Mattias Tannhäuser (un alemán que fue secuestrado por los turcos en su niñez y que varias décadas después, tras abandonar a los jenízaros (la élite del ejército turco), se dedica negocios turbios, como el tráfico de armas), quien no debe fidelidad a ninguno de los dos bandos, se ve implicado en una guerra en la que no hay buenos ni malos y el héroe es un canalla. Una guerra en la que hay cristianos presentados como viles alimañas corruptas y turcos que son destacados por su sabiduría y nobleza. Una guerra cuyo campo de batalla es un infierno sembrado de cadáveres hinchándose al sol, vísceras, miembros amputados y boñigas de soldados que se cagan de miedo o de emoción. Soldados que, debido a las penurias de la guerra, son capaces de llorar ante un simple trarro de mermelada o una pieza de música. Y que mueren felices si una mujer les dedica una sonrisa mientras agonizan.
Pero no creáis que en esta historia sólo hay guerra. También traiciones y conspiraciones. Y por supuesto, amor y sexo. La condesa y su amiga se enamoran locamente de Tannhäuser, a pesar de ser un delincuente con dientes desiguales; y éste, a su vez, cae rendido ante la bondad, la belleza y el arte para tocar música de las dos mujeres, formándose así un triángulo amoroso. Y también hay un niño que, con su valentía e inocencia, se gana el corazón de los personajes. Especialmente el de la condesa, que resulta ser su madre; y el de Tannhäuser, quien se convierte en una especie de mentor.
En fin, no sé cuántos dás, meses o años pasarán antes de que vuelva a escribir algo.

miércoles, 11 de marzo de 2009

¿Se pasan a las indias por la piedra?

Todos los años podemos escuchar la siguiente canción en las atracciones de toros mecánicos de cualquier pueblo o ciudad. Nunca entendí muy bien lo que decía la letra, pero había una frase que me llamaba la atención, ya que pensaba que era una canción infantil. Vean, vean:

ho ho hohoho
ho ho hohoho
eaea eaea eaea ¡he!
eaea eaea eaea ¡he!

En una tribu Comanche

jau jau jau
llena de comanches
jau jau jau
un indio se me acercó
con las plumas de color
y con el hacha en la mano
el gran jefe preguntó
"¡por Manitú! ¡por Manitú!
-decía el jefe Quenyestú
Quenyestú, Quenyestú
-¿Eres comanche o navajo chaval?"
"No jefe, no.
Soy del norte, compadre, paisano,
de la tribu de los Cañoneros
de los que usan muy bien el mortero
de los que pasan a las indias por la piedra
de los que andan y son de guerra".

ho ho hohoho
ho ho hohoho
ho ho hohoho
ho ho hohoho
eaea eaea eaea ¡he!
eaea eaea eaea ¡he!
eaea eaea eaea ¡he!
eaea eaea eaea ¡he!
eaea eaea eaea ¡he!
eaea eaea eaea ¡he!

miércoles, 4 de marzo de 2009

La Casa de los Espíritus

El otro día en la clase de Análisis Literario aprendimos a diferenciar la buena literatura de la mala. Una buena obra literaria hace pensar, dura para siempre y tiene varios significados.
Como se puede observar viendo la cabecera de mi blog, mi libro preferido es El Señor de los Anillos. Pero.. ¿es una buena obra literaria? El año pasado, mi profesor de Literatura, Paco, solía decirnos que un libro era bueno cuando saber el final no era un impedimento para leerlo una y otra vez. Todo el mundo sabe que el Anillo acaba siendo destruido, pero eso no es un inconveniente a la hora de disfrutar de la historia. Sin embargo, ¿qué gracia tiene leer un libro de Agatha Chistie cuando se conoce la identidad del asesino?

Supongo que los puntos de vista de ambos profesores están relacionados. ¿Qué importa el final cuando cada vez que se lee un libro se pueden percibir detalles diferentes?
Por eso el otro día, cuando Lázaro nos explicaba los requisitos que debe cumplir una obra para ser considerada buena literatura, el primer libro que rondaba mi mente era La Casa de los Espíritus. Porque cada vez que he leído ese libro he captado detalles de los que antes no me había percatado. Porque cada vez que lo leo me meto en la piel de un personaje diferente y entiendo la historia de un modo distinto. Porque Isabel Allende puede estar hablando de un personaje durante toda la historia, y que la protagonista sea su nieta, como ocurre en Retrato en Sepia (y quizás también en La Casa de los Espíritus).


Si tuviera la posiblidad de llevar un sólo libro a una isla desierta, sin duda sería uno de los dos libros de Isabel Allende que he mencionado.
Por cierto, la película es fecal.

jueves, 15 de enero de 2009

PoKéMoN, ¡Hazte con todos!

Allá por el año 2000 adquirí mi primer juego de Pokémon, Pokémon Amarillo. Sus gráficos poseían la misma calidad que una canción de Coyote Dax, pero en mi opinión, es el mejor juego de Pokemon de la historia.
Todas las ciudades eran monocromáticas, pero eso sí, cada una de un color. Observen.



Ciudad Azafrán, si no recuerdo mal










Ciudad Malva.
















El Equipo Pokémon estaba compuesto por unos extraños bichejos que en nada se parecían a Pokémons.












Los Pokémon parecían disolverse cuando luchaban en medio de la nada.










Daba igual el Pokémon que se tuviera, todos se transformaban en Seal a la hora de surfear.








Luego llegó Pokemon Plata, con 100 Pokémon más. Este juego incorporaba novedades como la procreación de los Pokémon, y la alternancia entre el día y la noche.
Los pokémon seguían desintegrándose al luchar, y en el equipo también continuaba compuesto por criaturas amorfas.



Al tocar el agua, el Pokemon nadador se transformaba inmediatamente en un Lapras.














Pero eso sí, miren qué coloridas son las ciudades.










El año pasado me descargué Pokemon Rubí para el ordenador, ya que no tenía una Game Boy Advance. Este juego no me gustó demasiado, a pesar de que los gráficos habían mejorado notablemente.


Vean, vean qué moderno era entonces el Centro Pokémon










Los Pokémon conservaban su forma original cuando se encontraban en sus Pokebolas.






Al igual que cuando peleaban. Fíjense que además se puede ver una porción de paisaje debajo de ellos.











Esa vez era un Wailmer el pokemon surfista. Adenás, se podía caminar sobre esa zona de aguas poco profundas.






Y ahora que tengo una Nintendo DS, me he pirateado el Pokemon Perla (no pienso pagar por un videojuego tan repetitivo como todos los anteriores).



Vuelve a haber contraste entre el día y la noche, y las ciudades son más tridimensionales.










Ya no tienen que trasladarse a otra dimensión para pelear.